Retiran libros de algunas bibliotecas escolares de Pensilvania

El distrito escolar de Central Bucks en Pensilvania ha estado en las noticias recientemente debido a una controversia en torno a la eliminación de libros de las bibliotecas escolares. 

El tema ha provocado acalorados debates entre miembros de la comunidad, maestros y bibliotecarios, y algunos argumentan que la eliminación de libros es una forma de censura que socava los principios de libertad intelectual y diversidad.

La polémica comenzó cuando un grupo de padres planteó su preocupación por el contenido de algunos libros de las bibliotecas escolares, alegando que no eran apropiados para los niños.

Los padres argumentaron que los libros contenían contenido sexual explícito, blasfemias y otro material objetable que no era adecuado para lectores jóvenes.

En respuesta a estas preocupaciones, la junta escolar formó un comité para revisar los libros en cuestión y determinar si deberían retirarse de las bibliotecas.

El comité estaba formado por padres, maestros y bibliotecarios que tenían la tarea de evaluar los libros según su contenido y su idoneidad para diferentes grupos de edad.

Recientemente, se retiraron dos libros de las bibliotecas de algunas escuelas de Pensilvania. La retirada se realizó bajo una nueva política que fue promulgada en julio pasado por la mayoría republicana en la junta directiva del distrito escolar. Los libros en cuestión eran ‘Gender Queer' de Maia Kobabe y ‘This Book is Gay' de Juno Dawson.

Los libros se retiraron después de que un padre se quejara de su contenido, que consideraron inapropiado para los lectores más jóvenes. La nueva política de desafío de libros permite que cualquier miembro de la comunidad solicite la eliminación de un libro de la biblioteca escolar.

Un correo electrónico del coordinador de la biblioteca del Distrito Escolar de Central Bucks instruyó al personal a retirar todas las copias de los libros dentro de las 24 horas.

Estaban siendo removidos bajo una nueva política de desafío del libro promulgada en julio pasado por la mayoría republicana en la junta directiva del distrito escolar.

Según un reporte de Reuters, dos personas involucradas en la redacción, la política 109.2 se elaboró con la orientación y asistencia de grupos cristianos sin fines de lucro que están alineados con el Family Research Council and Family Policy Alliance. Estas organizaciones apoyan las libertades religiosas y se oponen al avance de los derechos LGBT.

La decisión de retirar los libros ha provocado indignación entre muchos en la comunidad, con protestas y peticiones pidiendo su restitución. Algunos han acusado a la junta escolar de violar la Primera Enmienda y discriminar a los estudiantes LGBT.

La decisión de retirar libros de las bibliotecas escolares ha encontrado una fuerte oposición por parte de muchos miembros de la comunidad, quienes argumentan que es una forma de censura que viola los principios de libertad intelectual y diversidad. Argumentan que los estudiantes deberían tener acceso a una amplia gama de libros e ideas, incluso si algunos de ellos son controvertidos o desafiantes.

Muchos maestros y bibliotecarios también han expresado su preocupación por el impacto de la eliminación de libros en la educación y el desarrollo intelectual de los estudiantes. Argumentan que los libros juegan un papel crucial para ayudar a los estudiantes a desarrollar habilidades de pensamiento crítico, empatía y comprensión de diferentes perspectivas y experiencias.

La Política 109.2 de desafío de libros propuesta en el Distrito Escolar de Central Bucks, Pensilvania, describe los procedimientos para seleccionar y revisar los materiales de instrucción, incluidos los libros, en las bibliotecas y aulas del distrito, y proporciona un proceso para que los padres desafíen los libros que preferirían que sus hijos no leyeran.

La política requiere que todos los materiales de instrucción sean revisados por un comité de maestros, bibliotecarios y administradores para garantizar que sean apropiados para la audiencia prevista y estén alineados con las metas y normas educativas del distrito.

Uno de los principales puntos de controversia en torno a la Política 109.2 es el papel de los padres en el proceso de selección y revisión. Algunos padres han argumentado que deberían tener más voz sobre qué materiales están disponibles en las bibliotecas y aulas del distrito, mientras que otros han expresado su preocupación de que dar a los padres demasiado control podría generar censura y limitar el acceso de los estudiantes a ideas diversas y desafiantes.

Otro punto de controversia es la definición de materiales “apropiados”. Algunos padres y miembros de la comunidad han argumentado que ciertos libros y materiales son inapropiados para los niños debido a su contenido, mientras que otros han argumentado que dichos materiales son necesarios para que los estudiantes desarrollen habilidades de pensamiento crítico y una comprensión de diferentes perspectivas y experiencias.

Sin embargo, la política ha provocado acalorados debates entre miembros de la comunidad, padres, maestros y bibliotecarios sobre el papel de los padres en el proceso de selección y revisión y la definición de materiales “apropiados”.

La controversia destaca el debate en curso sobre la censura y el papel de las escuelas para brindar acceso a diversas perspectivas e ideas.

Los grupos liberales han criticado la medida, afirmando que equivale a censura e intolerancia. Argumentan que la eliminación de estos libros afecta de manera desproporcionada a los estudiantes LGBT y a los de otros grupos minoritarios.

A pesar de la controversia en torno a la eliminación de los libros, la política sigue vigente. Algunos miembros de la comunidad han expresado su preocupación por el mensaje que esto envía a los estudiantes. Otros han defendido la decisión, diciendo que es importante proteger a los niños del material inapropiado.

La controversia también ha planteado preguntas sobre el papel de los padres en la configuración de los planes de estudio y las políticas escolares. Si bien los padres tienen derecho a expresar sus inquietudes y opiniones, algunos argumentan que no deberían tener el poder de dictar qué libros están disponibles en las bibliotecas escolares o qué temas se enseñan en las aulas.

Esta batalla local de libros se está desarrollando ahora en las juntas escolares de los Estados Unidos.

El debate sobre la eliminación de libros en el distrito escolar de Central Bucks destaca los temas complejos y, a menudo, polémicos que rodean la libertad intelectual, la censura y la educación. 

Si bien es importante asegurarse de que los estudiantes estén expuestos a materiales apropiados y relevantes, es igualmente importante proteger su derecho a acceder a una amplia gama de ideas y perspectivas.

A medida que continúa desarrollándose la controversia, es esencial que todas las partes interesadas participen en un diálogo respetuoso y constructivo para encontrar una solución que equilibre las necesidades y preocupaciones de todas las partes involucradas. 

Solo a través de una comunicación abierta y honesta podemos garantizar que nuestras escuelas brinden un entorno seguro, inclusivo e intelectualmente estimulante para todos los estudiantes.

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