En un apasionado alegato por la paz, dirigiéndose a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco denunció el actual conflicto entre Israel y Hamás como “terrorismo” y pidió a ambas partes que depongan las armas y busquen una resolución a través del diálogo.
Los comentarios del Papa se produjeron durante su audiencia general semanal en el Vaticano, donde se reunió por separado con familiares de rehenes israelíes retenidos por Hamas y con palestinos que viven en Gaza, el epicentro de los combates.
“Aquí hemos ido más allá de la guerra. Esto ya no es guerra, esto es terrorismo”, declaró Francisco, con la voz llena de emoción. “Por favor, sigamos adelante con la paz. Oren por la paz, oren mucho por la paz”.
La condena del Papa al conflicto refleja la creciente preocupación internacional por la escalada de violencia, que se ha cobrado la vida de más de 14.100 personas, entre ellas 5.600 niños, y obligaron a alrededor de 1,7 millones a abandonar sus hogares.
Unas 1.200 personas murieron en el ataque de Hamás a Israel.
Las Naciones Unidas han advertido sobre una posible catástrofe humanitaria en Gaza, donde muchos residentes se han visto obligados a huir de sus hogares.
En sus reuniones con las delegaciones israelí y palestina, Francisco escuchó atentamente sus historias de sufrimiento y pérdida. Expresó su solidaridad con ambas partes y pidió el fin de la violencia.
“Sufren mucho”, dijo el Papa sobre los palestinos. “Escuché cómo ambos sufren. Las guerras hacen eso”.
También se acercó a las familias israelíes de los rehenes de Hamas y reconoció su angustia y miedo.
“Entiendo el dolor del pueblo israelí, que ha perdido a sus seres queridos”, dijo Francisco. “Entiendo su miedo, su ira, su deseo de justicia”.
El mensaje de paz y reconciliación del Papa resonó entre la audiencia, muchos de los cuales portaban banderas palestinas y pañuelos en señal de apoyo.
En su mensaje en vídeo, Francisco también expresó su preocupación por la guerra en Ucrania, que ha entrado en su cuarto mes. Instó a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos para lograr un alto el fuego y una solución negociada.
“No olvidemos la guerra en Ucrania”, dijo el Papa. “Oremos por la paz en Ucrania, para que esta guerra termine y comience el diálogo”.
El encuentro del Papa con los palestinos tuvo un significado particularmente conmovedor, ya que incluía a un grupo de 10 personas con familiares en Gaza.
Estos individuos, tanto cristianos como musulmanes, compartieron sus desgarradoras historias de supervivencia y pérdida con el Papa, brindando un relato de primera mano del costo humano del conflicto en curso.
Su presencia en la Plaza de San Pedro, junto con las banderas y carteles palestinos, sirvió como recordatorio visual al mundo de los efectos devastadores de la violencia.
A la luz de su llamado por la paz, el Papa también invitó al mundo a unirse a él en una novena de oración de nueve días. Titulada “Pacificadores”, la novena busca unir a los cristianos en la oración por la paz en Tierra Santa, Palestina e Israel.
En una conferencia de prensa celebrada después de su reunión con el Papa, la delegación palestina reveló que Francisco utilizó la palabra “genocidio” para describir la situación en Gaza. Sin embargo, el Vaticano negó esta afirmación, afirmando que el Papa no utilizó la palabra en su discurso.
A lo largo de estos encuentros, el Papa reafirmó su preocupación por las víctimas inocentes de ambos lados y pidió el fin del sufrimiento causado por la violencia actual.
Instó a la comunidad internacional a actuar y trabajar para encontrar una solución duradera al conflicto, para que el pueblo de Tierra Santa pueda vivir en paz y dignidad.
Los llamamientos del Papa a la paz en Tierra Santa y Ucrania llegan en un momento crítico, ya que ambos conflictos no muestran signos de disminuir.
Sus palabras ofrecen un rayo de esperanza en medio de la desesperación y la destrucción, recordándonos que la paz siempre es posible, incluso en los tiempos más oscuros.