El iceberg más grande del mundo, A23a, en movimiento después de 37 años

Con más de 4.000 kilómetros cuadrados, el iceberg más grande del mundo, conocido como A23a, está en movimiento por primera vez en más de tres décadas. 

El enorme trozo de hielo se separó de la costa antártica en 1986 y desde entonces ha permanecido anclado en el mar de Weddell. Pero recientes imágenes de satélite muestran que se ha liberado y ahora se desplaza a un ritmo rápido.

No se puede subestimar la importancia de este evento. La A23a tiene más del doble de tamaño que el Gran Londres y tiene casi 400 metros de espesor, elevándose sobre el rascacielos más alto de Europa. 

Su viaje ha tardado mucho en llegar, y los científicos predijeron que a medida que el iceberg disminuyera de tamaño a lo largo de los años, eventualmente perdería su agarre en el fondo marino y comenzaría a moverse. Y ahora, en 2023, parece que por fin ha llegado el momento.

El movimiento del iceberg fue seguido de cerca por los expertos, que no esperaban que comenzara a moverse pronto. 

Según el Dr. Andrew Fleming, experto en teledetección del British Antarctic Survey, el consenso entre sus colegas fue que acababa de llegar el momento de que A23a iniciara su viaje. “Vi el primer movimiento allá por 2020”, añadió.

La verdadera escala de este enorme iceberg es realmente impresionante. Para ponerlo en perspectiva, el iceberg lleva 37 años flotando, lo que lo convierte en un auténtico coloso de la Antártida. 

Su tamaño es innegable y su importancia no puede subestimarse. Sin embargo, por muy impresionante que sea el tamaño de este iceberg, su movimiento también genera preocupación por el medio ambiente y la vida silvestre.

Si A23a aterriza en Georgia del Sur, podría alterar las fuentes de alimento de millones de focas, pingüinos y otras aves marinas que dependen de la isla para su supervivencia. 

Y si bien puede ser fácil pensar en los icebergs simplemente como objetos peligrosos, existe un reconocimiento cada vez mayor de su importancia para el medio ambiente en general. 

A medida que estos grandes icebergs se derriten, liberan polvo mineral que es una fuente crucial de nutrientes para los organismos que forman la base de las cadenas alimentarias de los océanos.

Pero el movimiento de la A23a no es un hecho aislado. Es parte de una tendencia mucho más amplia que está ocurriendo en la Antártida. 

El cambio climático está provocando cambios en el hielo de la región y, como resultado, el continente está perdiendo enormes cantidades de hielo cada año. 

La rotura y el movimiento de este enorme iceberg es sólo uno de los muchos indicadores de los impactos del cambio climático en nuestro planeta.

Sin embargo, esta no es la primera vez que ocurre un hecho de este tipo. De hecho, A23a ha ostentado el título de “iceberg más grande” varias veces desde su desprendimiento en 1986, siendo superado ocasionalmente por icebergs más grandes pero de vida más corta. 

Y en 2021, fue superado brevemente por el A76, que se desprendió de la plataforma de hielo de Ronne en el mar de Weddell y midió la friolera de 4.320 kilómetros cuadrados.

Pero, ¿qué causó exactamente que este iceberg gigante comenzara a moverse repentinamente? Algunos científicos creen que puede deberse al adelgazamiento y al aumento de la flotabilidad con el tiempo. 

Independientemente del motivo, el movimiento de A23a tiene implicaciones importantes para el medio ambiente y la vida silvestre local. 

Si encallara en la isla Georgia del Sur, podría alterar las rutas normales de alimentación de millones de focas, pingüinos y aves marinas. Por otro lado, el derretimiento de A23a también podría proporcionar nutrientes para los organismos marinos, destacando el complejo papel que desempeñan los icebergs en el ecosistema. 

A medida que continúa su viaje, los científicos monitorearán y estudiarán de cerca este colosal iceberg, proporcionando información valiosa sobre la dinámica en constante cambio de la región antártica.

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