El mundo lamentó el fallecimiento del Papa Francisco, el 266.º pontífice de la Iglesia Católica, quien falleció a los 88 años en su residencia de la Casa Santa Marta del Vaticano el lunes de Pascua.
El cardenal Kevin Farrell, Camarlengo de la Cámara Apostólica, hizo el anuncio a las 9:45 a. m., marcando el inicio de un período de duelo y preparación para la elección de un nuevo papa.
La salud del Papa Francisco había sido motivo de preocupación en los últimos años.
Ingresó en el Hospital Policlínico Agostino Gemelli el 14 de febrero de 2025 debido a una bronquitis, que posteriormente derivó en neumonía bilateral.
Tras 38 días hospitalizado, regresó al Vaticano para continuar su recuperación.
A sus 20 años, se sometió a una cirugía en Argentina para extirpar un pulmón debido a una grave infección respiratoria.
El difunto Papa aprobó una edición actualizada del libro litúrgico para los ritos funerarios papales en abril de 2024 para guiar la misa funeral.
Según el arzobispo Diego Ravelli, Maestro de Ceremonias Apostólicas, el Papa Francisco solicitó que se simplificaran los ritos funerarios, centrándose en expresar la fe de la Iglesia en el Cuerpo Resucitado de Cristo.
Su cuerpo será colocado inmediatamente dentro del ataúd y la constatación del fallecimiento se realizará en la capilla, en lugar de la habitación donde falleció.
Líderes mundiales y figuras religiosas expresaron sus condolencias y rindieron homenaje al difunto Papa.
El mundo ha perdido a un defensor de los débiles, una persona reconciliadora y de gran corazón, según el canciller alemán Olaf Scholz.
El presidente Frank-Walter Steinmeier afirmó que el mundo había perdido un faro de esperanza, mientras que el primer ministro indio, Narendra Modi, expresó su profundo dolor por la muerte del Papa y su testimonio de compasión, humildad y valentía espiritual.
El Papa Francisco fue el primer Papa de América, el primer jesuita y el primero en tomar el nombre de Francisco, en honor a San Francisco de Asís, lo que demuestra su compromiso con los pobres y marginados.
Su papado también enfrentó desafíos, como el abuso sexual clerical y el encubrimiento de crímenes por parte de la Iglesia.
El Papa simplificó el proceso de anulación, declarando inadmisible la pena capital, y firmó el documento de la “Fraternidad Humana” con el imán de Al Azhar para establecer relaciones entre católicos y musulmanes.
Expresó su convicción de que Dios es la luz que ilumina la oscuridad y que la paz es imposible sin diálogo.
Además, fue conocido por sus viajes apostólicos. De Río a Ajaccio, visitó 68 países llevando la palabra de Dios a toda la humanidad.
En esos viajes, se negó a utilizar un vehículo blindado, prefiriendo conectar directamente con la gente.
También fue el primer Papa en visitar Irak, donde se reunió con su principal clérigo musulmán chií.
El Papa también centró su atención en la pobreza y la desigualdad, calificando el capitalismo desenfrenado de “estiércol del diablo” y habló con compasión sobre temas de sexualidad.
Finalmente, este Papa será recordado como aquel que preguntó “¿quién soy yo para juzgar?” cuando se le preguntó sobre los sacerdotes homosexuales.
Tras su fallecimiento, la Iglesia Católica entra en un período llamado “Sede Vacante”.
El cardenal Kevin Farrell, como camarlengo, supervisará los asuntos papales cotidianos. Tradicionalmente, el camarlengo certifica la muerte del Papa golpeando tres veces la frente del pontífice con un martillo de plata y pronunciando su nombre de nacimiento.
También destruye el “Anillo del Pescador”, que simboliza el fin del papado.
Incluso antes de su muerte, se mencionaban algunos posibles candidatos para suceder al Papa Francisco, como Matteo Zuppi, Pietro Parolin y Luis Antonio Tagle.
La elección del nuevo Papa se llevará a cabo en la Capilla Sixtina, con la participación de unos 138 cardenales con derecho a voto.