Las batallas entre corporaciones multinacionales y sindicatos no son nuevas, pero los acontecimientos recientes en el fabricante de vehículos eléctricos Tesla muestran que los sindicatos siguen desempeñando un papel vital en muchos países europeos.
Los trabajadores nórdicos se están movilizando actualmente contra la empresa, que, según afirman, se niega a respetar los sindicatos y los convenios colectivos.
En Suecia, los trabajadores portuarios se niegan a descargar los envíos de Tesla hasta que la empresa rectifique su práctica de evadir los procedimientos de registro nacional de sus vehículos.
Los trabajadores portuarios de Dinamarca también se han sumado al boicot, y los sindicatos de Finlandia y Noruega amenazan con hacer lo mismo.
La importancia de este conflicto laboral se ve amplificada por el papel fundamental que desempeñan los sindicatos y los convenios colectivos en las leyes laborales de la región nórdica.
Nueve de cada diez trabajadores en Suecia están cubiertos por acuerdos de este tipo, que se consideran la piedra angular de las relaciones laborales en el país.
Los inversores también están opinando sobre el tema, y los inversores institucionales nórdicos suman sus voces a las quejas de los trabajadores.
Un grupo de 16 inversores, entre ellos el mayor fondo de pensiones de Noruega y PensionDanmark, han escrito a Tesla, instando a la empresa a reconsiderar su enfoque hacia los sindicatos.
“PensionDanmark ha vendido su participación de 70 millones de dólares en Tesla, citando la ‘negación muy categórica' de Tesla del derecho a celebrar convenios colectivos.
“Instamos a la empresa a respetar la tradición de negociación colectiva de la región”, dijeron los inversores.
Algunos analistas consideran que la importancia vital de los sindicatos es una de las principales razones de la prosperidad económica de la que disfrutan los países nórdicos.
“Los acuerdos colectivos son la base del derecho laboral en Suecia. La dependencia de las negociaciones, en lugar de la intervención gubernamental, ha permitido décadas de prosperidad económica”, afirmó Laura Carlson, profesora de derecho en la Universidad de Estocolmo.
A pesar de la importancia de los sindicatos en los países nórdicos, el director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, ha manifestado públicamente su disgusto por ellos.
Afirmó que “los sindicatos nos separan aún más en lugar de unirnos” en un tweet de 2018.
Los esfuerzos de sindicalización se han ido gestando entre los trabajadores de Tesla en Alemania, destacando la importancia del actual malestar laboral en los países nórdicos.
Los trabajadores alemanes en la planta de Tesla en Berlín han informado de horarios de trabajo agotadores, escasez de personal y objetivos de producción estrictos.
Markus Sievers, portavoz del mayor sindicato de Alemania, IG Metall, dijo que muchos trabajadores se han inscrito como miembros del sindicato este año.
“Aún no hemos llegado al punto en el que podamos organizar una huelga. Todavía estamos reforzando nuestras fuerzas”, afirmó Sievers.
Los expertos también advierten que el negocio de Tesla en Alemania podría estar en riesgo si el malestar laboral se extiende desde los países nórdicos.
“Las acciones de solidaridad en los países nórdicos pueden actuar como un catalizador para que los trabajadores alemanes de Tesla se unan a los sindicatos locales”, dijo Matthias Schmidt, analista independiente del mercado automovilístico en Europa.
Las acciones de los trabajadores nórdicos nos recuerdan que los sindicatos siguen siendo fundamentales para los derechos de los trabajadores y su capacidad para negociar salarios y condiciones laborales justos.
También muestran el impacto potencial de trabajadores e inversores en las actitudes de las corporaciones hacia los sindicatos y la negociación colectiva en Europa.
A medida que los inversores sumen sus voces al debate, el resultado de esta disputa sin duda será seguido de cerca por empresas y trabajadores de todo el mundo.
