El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, anunció el martes su renuncia, efectiva en 14 días, tras escándalo de acoso sexual, corroborado por una investigación de la procuradora general del estado, Letitia James.
El impactante anuncio de Cuomo en una transmisión en vivo desde su oficina de Manhattan se produjo minutos después de que su abogada, Rita Glavin, nuevamente negara rotundamente las afirmaciones de que el gobernador había acosado sexualmente a alguien durante sus tres mandatos en el cargo.
La vicegobernadora Kathy Hochul reemplazará a Cuomo, demócrata, y se convertirá en la primera gobernadora del estado.
La renuncia de Cuomo se produce una semana después de que un informe condenatorio emitido por la oficina de la Fiscal General del estado descubriera que había acosado sexualmente al menos a 11 empleados actuales y anteriores.
La renuncia de Cuomo entrará en vigencia en 14 días y luego, la vicegobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, asumirá el cargo de gobernadora.
En un tuit posterior al anuncio de Cuomo, Hochul dijo que estaba de acuerdo con la decisión del gobernador de dimitir.
“Es lo correcto y en el mejor interés de los neoyorquinos”, escribió. “Como alguien que ha servido en todos los niveles de gobierno y es el siguiente en la línea de sucesión, estoy preparada para liderar como el 57º gobernador del estado de Nueva York”.
Hochul, de 62 años, será la primera gobernadora del estado. Originaria de Buffalo, fue elegida por primera vez vicegobernadora de Nueva York en 2014 como compañera de fórmula de Cuomo y ganó la reelección junto a él en 2018.
Cuomo, de 63 años, dijo que estaba motivado a renunciar para evitar meses de distracción para el estado, que continúa lidiando con la pandemia de Covid, debido a un juicio político casi seguro sobre las acusaciones.
“Dadas las circunstancias, la mejor manera en que puedo ayudar ahora es si me hago a un lado y dejo que el gobierno vuelva al gobierno”, dijo Cuomo.
Mientras continuaba negando algunas de las afirmaciones más serias, Cuomo admitió que había ofendido a algunos de sus acusadores con lo que consideraba contacto físico amistoso o incidental y comentarios que eran normales para los hombres de su generación.
“En mi mente, nunca he cruzado la línea con nadie”, dijo. “Pero no me di cuenta de hasta qué punto se ha vuelto a trazar la línea”.
“Gracias por dejarme servirte. Ha sido el honor de toda una vida ”, dijo Cuomo. “Dios los bendiga.”
