El conflicto entre Israel e Irán se intensifica mientras la guerra entra en su sexto día

El conflicto entre Israel e Irán ha entrado en su sexto día, con ambos países intercambiando devastadores ataques con misiles, mientras que el presidente estadounidense, Donald Trump, exige la “rendición incondicional” de Irán y amenaza con una posible intervención militar estadounidense. 

La escalada comenzó el viernes cuando Israel lanzó ataques sorpresa contra instalaciones nucleares, instalaciones militares y personal clave iraníes, lo que llevó a Irán a responder con más de 370 misiles y cientos de drones dirigidos contra territorio israelí.

Las fuerzas israelíes han demostrado su superioridad militar al lograr lo que afirman es “plena superioridad aérea sobre los cielos de Teherán”, según el portavoz militar israelí, el general de brigada Effie Defrin. 

Los ataques han sido exhaustivos, dirigidos contra la infraestructura nuclear y las capacidades militares de Irán. 

El Organismo Internacional de Energía Atómica confirmó que los ataques israelíes alcanzaron dos instalaciones de producción de centrifugadoras: el taller TESA Karaj y el Centro de Investigación de Teherán, ambas previamente monitoreadas en el marco del Plan de Acción Integral Conjunto. 

Las fuerzas israelíes también destruyeron más de 120 lanzamisiles tierra-tierra, lo que representa aproximadamente un tercio del arsenal total de Irán, y atacaron 10 centros de mando de la Fuerza Quds en Teherán.

El coste humano ha sido elevado: los ataques israelíes han matado al menos a 224 personas en Irán desde el viernes, mientras que las represalias iraníes han causado 24 muertes y más de 500 heridos entre israelíes. 

En Gaza, el conflicto paralelo continúa sin tregua: las fuerzas israelíes han matado a 140 palestinos en tan solo 24 horas, incluyendo 14 personas atacadas mientras esperaban camiones de ayuda de la ONU. 

La violencia ha creado una crisis humanitaria, con 1277 heridos en Irán según informes médicos, y se está implementando un racionamiento de combustible.

La intervención del presidente Trump ha añadido una nueva dimensión a la crisis. 

Tras interrumpir su asistencia a la cumbre del G7, Trump publicó una amenazante advertencia en Truth Social: “¡IRÁN NO PUEDE TENER UN ARMA NUCLEAR!” y exigiendo: “¡Todos deben evacuar Teherán inmediatamente!”. 

Fuentes familiarizadas con las discusiones internas revelan que Trump y su equipo están considerando unirse a Israel en ataques contra instalaciones nucleares iraníes, lo que podría marcar una drástica escalada de la intervención estadounidense.

El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, respondió con desafío a las amenazas de Trump, afirmando que “Irán no se rendirá y cualquier ataque estadounidense tendrá graves consecuencias irreparables”. 

El líder de 86 años, quien ha gobernado Irán durante 36 años, advirtió que los iraníes “no responden bien al lenguaje de las amenazas” y declaró que Irán “no aceptará una paz o una guerra impuestas”.

Las reacciones internacionales han sido diversas, pero cada vez más preocupantes. 

El presidente francés, Emmanuel Macron, se opuso a una acción militar que pudiera conducir a un cambio de régimen, advirtiendo que crearía “caos”. 

El viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Ryabkov, advirtió que la asistencia militar directa de Estados Unidos a Israel podría “desestabilizar radicalmente la situación en Oriente Medio”. 

Mientras tanto, el presidente turco, Tayyip Erdogan, defendió las acciones de Irán como una defensa “natural, legal y legítima” contra lo que denominó los “ataques descabellados” de Israel.

El conflicto ha generado una enorme crisis humanitaria y logística. 

Israel emitió una alerta de evacuación sin precedentes que afectó a 330.000 personas en el centro de Teherán, mientras que más de 50.000 israelíes permanecen varados en el extranjero debido al cierre del espacio aéreo. 

El dramático momento se registró cuando una presentadora de televisión iraní huyó de su estudio durante una transmisión en vivo mientras las bombas caían sobre la sede de la televisión estatal. 

La presentadora afirmó que el estudio se estaba “llenando de polvo tras el sonido de la agresión contra la patria”.

Las implicaciones regionales son alarmantes: la mayoría de los países de Oriente Medio han cerrado su espacio aéreo y docenas de aeropuertos han reducido drásticamente sus operaciones. 

Los mercados petroleros han respondido con alarma, a medida que aumenta la preocupación por el posible control iraní del Estrecho de Ormuz, por donde pasa el 20% del suministro mundial de petróleo.

A medida que los esfuerzos diplomáticos parecen estancarse y los preparativos militares se intensifican por todas las partes, el conflicto amenaza con transformar radicalmente la geopolítica de Oriente Medio. 

Con Trump considerando una acción militar directa y tanto Israel como Irán sin dar señales de ceder, la comunidad internacional se enfrenta a la perspectiva de una guerra regional más amplia con consecuencias globales potencialmente catastróficas.

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