Los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional capturaron la impresionante escena del sábado, mostrando la vigorosa erupción del volcán Raikoke.
Raikoke es una isla deshabitada a lo largo de la cadena Kuril, un collar de islas de franjas estrechas cubiertas 500 millas desde el norte de Japón hasta el noreste de Rusia.
Anteriormente propiedad de Japón, la isla volcánica, que ocupa un área de menos de dos millas cuadradas, está bajo el control de Rusia, y lo ha estado desde la Segunda Guerra Mundial.
La vista aérea ofrece una perspectiva que rara vez se ve durante las grandes erupciones. Como una tormenta eléctrica, una nube de hongo florece sobre el volcán, donde la ceniza es catapultada hacia el cielo con una fuerza explosiva.
La corriente ascendente es tan fuerte en el medio que “supera” la periferia de la pluma, haciendo que los bordes se doblen hacia abajo antes de ser atrapados en la nube ascendente nuevamente.
Durante la erupción del sábado, el penacho puede haberse disparado más de 50,000 pies (10 millas).
Las nubes de ceniza volcánica son altamente electrificadas. Si un avión volara en uno, se acumularían tantas cargas que las descargas del Fuego de San Elmo saltarían sobre el parabrisas como pequeños relámpagos.
La nube de cenizas de Raikoke no fue una excepción, con cientos de relámpagos saltando de las cenizas sobrealimentadas de arriba. Los científicos de la atmósfera se refieren a este rayo como una “tormenta eléctrica sucia”.
Fuente: The Washington Post
Foto: El volcán Raikoke entra en erupción el 22 de junio. (NASA)
