Un nuevo estudio descubrió que casi la mitad del agua del grifo de los Estados Unidos contiene uno o más de los llamados “químicos para siempre”, conocidos como PFAS.
Estos productos químicos se utilizan en una variedad de productos, incluidos los utensilios de cocina antiadherentes, la espuma contra incendios y la ropa resistente al agua.
Se les llama “químicos para siempre” porque no se descomponen en el medio ambiente y pueden acumularse en el cuerpo humano con el tiempo, lo que podría causar problemas de salud.
El estudio, realizado por el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), analizó el agua del grifo de los sistemas de agua públicos y privados de todo el país.
El USGS elogió la investigación como la primera vez que los científicos han probado y comparado ampliamente las PFAS en el agua del grifo de fuentes públicas y privadas.
Los hallazgos son preocupantes, ya que las PFAS se han relacionado con una variedad de problemas de salud, incluidos el cáncer, la enfermedad de la tiroides y problemas de desarrollo en los niños.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA) ha propuesto nuevos límites para abordar la contaminación del agua potable por estos químicos tóxicos.
La propuesta apunta a seis PFAS notorios: PFOA, PFOS, PFNA, PFHxS, PFBS y GenX. Los límites, conocidos como niveles máximos de contaminantes, o MCL, son el nivel más alto de un contaminante permitido en el agua potable. Los MCL anunciados son 4 partes por billón, o ppt, para PFOA y 4 ppt para PFOS.
Para los otros cuatro PFAS, la agencia propone usar un “índice de peligro”, que es una herramienta utilizada para abordar los riesgos acumulativos de las mezclas de productos químicos.
Sin embargo, más del 60 por ciento de los 316 contaminantes que se encuentran en el agua del grifo no tienen estándares de seguridad y no están regulados por la EPA.
La Ley de Agua Potable Segura, que regula la calidad del agua potable pública, no se ha actualizado desde el año 2000, y los estándares para juzgar si una sustancia química es dañina o no en ciertos niveles no se han actualizado desde 1974.
Esto significa que muchas sustancias químicas potencialmente dañinas no están siendo monitoreadas ni reguladas, lo que deja al público en riesgo.
Los efectos a largo plazo en la salud de la exposición crónica a elementos traza de contaminantes en nuestra agua potable son algo por lo que todos debemos asumir responsabilidad personal.
Algunos de los contaminantes más preocupantes que acechan en el agua del grifo pueden incluir plomo, compuestos orgánicos volátiles (COV) y productos farmacéuticos.
Es importante tener en cuenta que no toda el agua del grifo se crea de la misma manera y que la calidad del agua del grifo puede variar según el lugar donde viva.
La presencia de “sustancias químicas para siempre” en casi la mitad del agua del grifo de los Estados Unidos es motivo de preocupación.
Si bien la EPA ha propuesto nuevos límites para abordar la contaminación del agua potable por estos químicos tóxicos, muchos químicos potencialmente dañinos no están siendo monitoreados ni regulados.
Es importante que las personas asuman la responsabilidad personal por la calidad del agua del grifo y aboguen por regulaciones más estrictas para proteger la salud pública.