Miles de nicaragüenses marcharon en una muestra de apoyo a obispos acusados

Miles de nicaragüenses marcharon a través de su capital el sábado en una muestra de apoyo a los obispos del país a quienes el presidente Daniel Ortega ha acusado de ayudar a un intento de “golpe” en su contra.

La manifestación reunió a católicos, evangélicos y no cristianos bajo imágenes de la Virgen María y banderas nicaragüenses, y gritos de “libertad” y “Obispo, amigo, la gente está contigo”.

Fue otra muestra de la oposición popular a Ortega, quien ha sido criticado por grandes sectores de la población de seis millones de habitantes de Nicaragua por una brutal represión de tres meses contra las protestas antigubernamentales en las que murieron más de 300 personas.

El presidente ha logrado imponer un período de relativa calma en el país luego de que policías y paramilitares leales que disparaban armas aplastaron los centros de oposición en Managua y la cercana ciudad de Masaya este mes.

Una de las redadas se dirigió a jóvenes que se refugiaron en una iglesia en la capital y mataron a dos.

Después de esas operaciones, Ortega declaró esta semana que “la confusión ha terminado”.

También acusó a los obispos del país, que han estado tratando de lograr una solución pacífica median- te las conversaciones entre el gobierno y la oposición, de ayudar a quienes lo desafían, a quienes llamó “golpistas” y “terroristas”.

Persecución

Se producen protestas diarias contra el presidente Daniel Ortega, exigiendo su renuncia y elecciones anticipadas

“Dada esta situación sumamente crítica, (la iglesia) tiene, ayer, hoy y siempre, le dio vida y voz a quienes no tienen voz”, dijo el sacerdote Silvio Fonseca, que participó en la marcha del sábado.

Un evangélico, Henry Aguilar, de 55 años, dijo a AFP que las iglesias no católicas se habían unido a la manifestación de “peregrinación” en apoyo de los obispos católicos “porque somos nicaragüenses, y el mismo sistema que los ataca también nos está atacando”.

Protestas diarias continúan en contra de Ortega, exigiendo su dimisión y la celebración de elecciones anticipadas. Si bien la violencia ha disminuido, al menos cuatro muertes han sido reportadas desde las acciones de seguridad.

Los grupos de derechos dicen que la persecución patrocinada por el estado de personas sospechosas de participar en las protestas o de ayudarlas ha aumentado, lo que ha obligado a miles de personas a huir a Costa Rica por la frontera sur.

Médicos de un hospital estatal en la ciudad de León dijeron a AFP el viernes que más de una docena de médicos, enfermeras y personal técnico fueron despedidos por tratar a manifestantes heridos y, en algunos casos, expresaron opiniones de que la “libertad” y el diálogo eran necesario en el país.

Encuestas

Los obispos, a través de su Conferencia Episcopal de Nicaragua, apoyan la celebración de elecciones desde 2021 hasta el próximo año.

Los Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos respaldan esa petición, con Washington advirtiendo de nuevas sanciones a Nicaragua si Ortega no cede a la demanda.

Pero Ortega, de 72 años, rechazó las primeras encuestas, diciendo que solo aumentarían la inseguridad.

Acusa a los Estados Unidos de financiar a la milicia de la oposición que, según él, tiene la intención de derrocar al gobierno que dirige junto con su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.

El líder de izquierda, que llegó por primera vez al poder en 1979 después de que sus guerrillas sandinistas barrieron una dictadura respaldada por Estados Unidos, ha gobernado Nicaragua durante 22 de los últimos 39 años.

Los disturbios representan el mayor desafío para su autoridad desde que volvió a la oficina en 2007, sobre todo porque el sector empresarial que había apuntalado la estabilidad económica anterior ahora lo está rechazando por la violencia.

Foto: Externa

Alti
Periodista y Escritora
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