Israel impone un ‘asedio total’ a Gaza en medio de la violencia actual

Israel ha impuesto un devastador “asedio total” a la Franja de Gaza, cortando la electricidad, los alimentos y el combustible en represalia por el ataque masivo de Hamás durante el fin de semana. 

El severo bloqueo se produce mientras los combates continúan, con más de 1.100 muertos en ambos bandos hasta el momento.

Israel bombardea objetivos de Hamás y Gaza queda sin electricidad

Después de que militantes de Hamas dispararan miles de cohetes contra Israel y se infiltraran en ciudades fronterizas el sábado, Israel desató ataques aéreos de castigo contra Gaza. 

El Ministro de Defensa de Israel ordenó entonces un “asedio total” a Gaza, diciendo que no se permitiría la entrada de electricidad, alimentos ni combustible.

Esto ha dejado a los 2 millones de residentes de Gaza sin electricidad ni otros elementos básicos para sobrevivir. 

Los hospitales están abrumados con palestinos heridos y luchando por funcionar sin electricidad. 

La única central eléctrica de Gaza podría cerrar en unos días si se acaba el combustible.

Mientras tanto, Hamás y otros grupos militantes continúan disparando cohetes contra ciudades israelíes, llegando hasta Jerusalén. Israel dice que su sistema Cúpula de Hierro no logró interceptar algunos cohetes.

Más de 700 israelíes asesinados

Al menos 700 israelíes han muerto hasta el momento, entre civiles, soldados y 260 asistentes a un festival de música que fue atacado. 

Israel ha movilizado a 300.000 soldados de reserva, el mayor llamamiento jamás realizado.

Israel continúa bombardeando intensamente Gaza, alcanzando más de 500 objetivos durante la noche, según su ejército. Al menos 500 palestinos han muerto en el bombardeo israelí.

Las críticas a Israel

La respuesta del ejército israelí ha sido criticada por ser lenta e inadecuada. El ejército ha reconocido que la escala y la coordinación del ataque de Hamas los tomó por sorpresa y que tuvo problemas para adaptarse a las nuevas tácticas utilizadas por los militantes.

El ejército también ha enfrentado críticas por su uso de ataques aéreos, que han causado una destrucción generalizada y víctimas civiles en Gaza. 

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han defendido sus acciones, diciendo que están haciendo todo lo posible para minimizar el daño a los civiles y al mismo tiempo tomar las medidas necesarias para detener a los militantes.

El gobierno israelí también ha sido criticado por su manejo de la crisis, en particular su decisión de lanzar una ofensiva terrestre en Gaza. 

Los críticos argumentan que esta medida sólo conducirá a más violencia y derramamiento de sangre, y que se debería negociar un alto el fuego lo antes posible.

Temores de un conflicto más amplio

El domingo estallaron brevemente combates entre Israel y Hezbolá a lo largo de la frontera libanesa, lo que generó temores de que la violencia se extendiera a nivel regional.

Estados Unidos ha desplegado un grupo de portaaviones en el Mar Mediterráneo en una muestra de apoyo a Israel. Planea enviar más armas, lo que generó la condena de Hamás.

No hay un alto el fuego a la vista

Los esfuerzos diplomáticos de Estados Unidos y otros para negociar un alto el fuego hasta ahora han fracasado. El Primer Ministro de Israel, Netanyahu, insiste en que Hamás pagará un “alto precio”. 

Mientras los civiles sufren gravemente en ambos bandos, la devastadora guerra no muestra signos de disminuir en el corto plazo.

La comunidad internacional ha pedido moderación a ambas partes, pero hasta ahora no ha habido señales de cese en los combates. 

Estados Unidos condenó el ataque de Hamás y expresó su apoyo al derecho de Israel a defenderse, pero también instó a todas las partes a evitar víctimas civiles y trabajar para lograr una resolución pacífica.

La Unión Europea también ha emitido un comunicado condenando la violencia y pidiendo un alto el fuego, mientras que Naciones Unidas ha pedido el fin inmediato de las hostilidades y la protección de los civiles.

Mientras continúan los combates, los pueblos de Israel y Gaza sólo pueden esperar una resolución rápida y pacífica del conflicto. 

El número de muertos sigue aumentando y el sufrimiento en ambos lados es inmenso. 

Es hora de que los líderes de ambas partes dejen de lado sus diferencias y trabajen por una paz duradera.

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