Frustración y enojo de rescatistas por vidas perdidas en Turquía

El número de muertos en Turquía y Siria tras el catastrófico terremoto del lunes 6 de febrero ha alcanzado al menos 37.000, con 31.643 personas muertas en Turquía y otras 4.614 muertas en Siria, dijeron funcionarios en una actualización de hoy. 

De las 4,614 muertes en Siria, más de 4.400 personas han muerto en el Noroeste de Siria, región controlada por los rebeldes, según la agencia de ayuda de la ONU, OCHA.

Y al menos 1.414 personas han muerto en áreas controladas por las fuerzas de al-Assad, según funcionarios de salud.

Los equipos de rescate en el sur de Turquía dicen que todavía escuchan voces debajo de los escombros más de una semana después del devastador terremoto de magnitud 7,8.

Las operaciones de búsqueda de más sobrevivientes bajo los escombros están a punto de terminar en el noroeste de Siria, controlado por la oposición, dijo el jefe del grupo de rescate Cascos Blancos.

Los equipos todavía se apresuran a salvar a las víctimas que podrían estar vivas bajo los escombros, incluso cuando las autoridades advirtieron que las posibilidades de encontrar sobrevivientes son cada vez más improbables. 

Las organizaciones de ayuda también están tratando de entregar suministros urgentes, pero sus esfuerzos se ven complicados por la prolongada guerra civil de Siria en las áreas afectadas por el terremoto en el norte, muchas de las cuales están en manos de los rebeldes. 

El presidente sirio, Bashar al-Assad, acordó permitir que las Naciones Unidas entreguen ayuda a las partes del noroeste de Siria controladas por los rebeldes a través de dos cruces fronterizos más desde Turquía.

Un grupo de rescate sirio criticó el martes la decisión de la ONU de dar autorización al presidente sirio, Bashar al Assad, sobre las entregas de ayuda a través de los cruces fronterizos con Turquía, diciendo que le dio “ganancias políticas gratuitas”.

Siria ha estado aislada con Estados Unidos y países europeos imponiendo estrictas sanciones desde el comienzo de la guerra en 2011.

Todavía hay al menos dos millones de personas en esta región controlada por la oposición que viven en tiendas de campaña y refugios improvisados.

El Coordinador de Ayuda de Emergencia de la ONU enfatizó el domingo la necesidad de “abrir más puntos de acceso” para que la ayuda llegue más rápido a las víctimas del devastador terremoto. 

Mientras tanto, las autoridades turcas han arrestado a varios promotores inmobiliarios a los que culpan de los derrumbes de edificios a medida que crece la ira pública por la respuesta al terremoto.

El peor terremoto de Turquía en casi un siglo podría costarle a Ankara hasta 84.100 millones de dólares, dijo un grupo empresarial, mientras que un funcionario del gobierno calculó la cifra en más de 50.000 millones de dólares.

Turquía debe celebrar elecciones presidenciales y parlamentarias en mayo, el mayor desafío para Erdogan durante sus dos décadas en el poder.

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