Colonial Pipeline pagó casi $ 5 millones en criptomonedas a piratas informáticos después de que un ataque de ransomware provocara el cierre de un importante oleoducto de EE. UU.
El oleoducto sufrió un ataque de ransomware el 6 de mayo en el que los atacantes robaron alrededor de 100 gigabytes de datos en un esquema de doble extorsión que retiene los datos como rehenes y amenaza con filtrarlos.
La noticia del pago fue reportada por primera vez por Bloomberg.
La empresa cerró algunas de sus operaciones para evitar la propagación del software malicioso.
Los piratas informáticos, que según el FBI están vinculados a un grupo llamado DarkSide, se especializan en extorsión digital y se cree que están ubicados en Rusia o Europa del Este. La agencia dijo que fue notificada del hackeo el 7 de mayo y está investigando.
El pago permitió que el vital sistema de envío de combustible se reiniciara después de que los piratas informáticos tomaron el control durante varios días y desencadenaron la compra de gasolina por el pánico en todo el sureste de Estados Unidos.
Aproximadamente 12.000 gasolineras se vieron afectadas directamente por el cierre.
Colonial moverá tanta gasolina, diesel y combustible para aviones como sea posible de manera segura y continuará haciéndolo hasta que los mercados vuelvan a la normalidad.
Colonial dijo que comenzó a reanudar los envíos de combustible alrededor de las 5 p.m. hora del este miércoles.
El ransomware es un tipo de malware que bloquea los archivos de una víctima, que los atacantes prometen desbloquear a cambio de un pago.
Más recientemente, algunos grupos de ransomware también robaron los datos de las víctimas y amenazaron con liberarlos a menos que se les pague, una especie de extorsión doble.
El FBI desalienta a las organizaciones a pagar un rescate a los piratas informáticos, diciendo que no hay garantía de que cumplan las promesas de desbloquear archivos. También proporciona incentivos a otros posibles piratas informáticos, dice la agencia.
Colonial Oleoducto es el sistema de oleoductos más grande para productos petroleros refinados en los EE. UU.
El oleoducto tiene 5.500 millas (8.850 km) de largo y puede transportar 3 millones de barriles de combustible por día entre Texas y Nueva York.
Es operado por Colonial Pipeline Company, que tiene su sede en Alpharetta, Georgia. La empresa se fundó en 1961 y la construcción del oleoducto comenzó en 1962.
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