El Premio Nobel de Economía es para la economista de Harvard Claudia Goldin

La Real Academia Sueca de Ciencias otorgó el lunes el Premio Nobel de Economía a la economista de Harvard Claudia Goldin, reconocida por sus investigaciones sobre las mujeres en el lugar de trabajo.

Goldin estudia las causas de la persistente brecha salarial entre hombres y mujeres.

¿Quién es Claudia Goldin y por qué fue premiada?

Goldin, que nació en Nueva York en 1946, es la tercera mujer en recibir el Premio Nobel de Economía. 

Es co directora del grupo de trabajo Género en la Economía de la Oficina Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos y profesora Henry Lee de Economía en la Universidad de Harvard.

Es autora de varios libros, pero su investigación sobre la historia de las mujeres en la economía estadounidense le ha valido la mayor notoriedad.

La Real Academia concedió el Premio Sveriges Riksbank de Ciencias Económicas en Memoria de Alfred Nobel 2023 a Claudia Goldin “por haber avanzado en nuestra comprensión de los resultados del mercado laboral de las mujeres”.

La brecha de género en el empleo y la desigualdad que se observa en el mercado laboral en todo el mundo es de fundamental importancia para la prosperidad.

El trabajo de Goldin ha proporcionado datos novedosos sobre las múltiples dimensiones de las diferencias de género en el mercado laboral y ha descubierto tanto las fuerzas impulsoras de estas brechas a lo largo del tiempo como las que persisten en la actualidad.

Responder preguntas relacionadas con las brechas de género en el mercado laboral y comprender por qué siguen siendo persistentes en países de todo el mundo es fundamental para la prosperidad. 

Si las mujeres reciben un trato desigual en el mercado laboral, esto no es sólo una cuestión de equidad sino también de eficiencia económica.

La asignación de mano de obra es ineficiente si los trabajadores no son asignados a los trabajos que mejor se adaptan a sus habilidades. 

Estas ineficiencias generan grandes costos económicos para la sociedad. Reducir la brecha de género en el empleo y mejorar la asignación del talento femenino podría generar aumentos significativos en el Producto Interno Bruto mundial.

A medida que avanzamos hacia 2023, es esencial reconocer uno de los cambios más significativos en nuestra sociedad y condiciones económicas durante el último siglo: la participación de las mujeres en la fuerza laboral. 

Si bien el número de mujeres con trabajos remunerados se ha triplicado en muchos países de altos ingresos, todavía existen importantes diferencias de género en materia de remuneración y oportunidades. 

Claudia Goldin, investigadora de la Universidad de Harvard, es una de las pocas que adoptó técnicas de la historia económica y un enfoque económico para explicar el origen de estas diferencias.

Roles históricos y contemporáneos de las mujeres en el mercado laboral

La investigación de Goldin nos ha proporcionado conocimientos nuevos y a menudo inesperados sobre los roles históricos y contemporáneos de las mujeres en el mercado laboral.

A nivel mundial, aproximadamente la mitad de todas las mujeres tienen un trabajo remunerado y, cuando trabajan, normalmente ganan menos que sus homólogos masculinos. 

Es imperativo comprender los factores que contribuyen a estas diferencias, ya que las disparidades de género significan que la experiencia y la mano de obra no se utilizan de manera efectiva.

Según el trabajo de Goldin, varios factores han influido históricamente en la oferta y la demanda de mano de obra femenina. 

Estos factores incluyen las oportunidades de las mujeres para combinar el trabajo remunerado y la familia, las decisiones sobre educación y maternidad, las innovaciones técnicas, las leyes y normas, y la transformación estructural de la economía. 

Para lograr estos conocimientos, Goldin miró hacia atrás más de 200 años.

Cuando Goldin revisó dos siglos de datos, descubrió que algunas partes de la historia no habían sido informadas en relación con el trabajo de las mujeres. 

Descubrió que su investigación podría mejorar el panorama general del análisis de datos históricos nuevos y corregidos. 

Al acercarse a la historia de Estados Unidos, Goldin identificó un patrón innovador que no sólo desafió el conocimiento existente, sino que también cambió la visión de los roles históricos y contemporáneos de las mujeres en el mercado laboral: la curva en forma de U.

Factores que contribuyeron a la brecha de género en el empleo

Históricamente, varias fuerzas impulsoras contribuyeron a la brecha de género en el empleo y muchas persisten en la actualidad. 

Por ejemplo, el cambio tecnológico ocurrido a finales del siglo XVIII y principios del XIX disminuyó la necesidad de cuidado infantil en el hogar, lo que facilitó la incorporación de las mujeres a la fuerza laboral en las sociedades industrializadas. 

Otro factor fue el desarrollo de una economía de mercado, que facilitó a las mujeres ganar salarios fuera del hogar. 

El surgimiento de la manufactura a gran escala a finales del siglo XIX y principios del XX creó oportunidades adicionales. 

Las dos guerras mundiales y el período de entreguerras aceleraron significativamente la entrada de las mujeres en varias industrias, y los movimientos simultáneos por los derechos civiles impulsaron a los movimientos de mujeres hacia adelante. 

No obstante, la participación de las mujeres en la fuerza laboral y los ingresos siguen siendo inferiores a los de los hombres en todos los países hoy en día.

El trabajo o la investigación de Claudia Goldin es una contribución significativa a la sociedad y su conciencia.

Es importante reconocer los avances logrados para abordar las disparidades de género en el lugar de trabajo y esforzarse por lograr más avances hacia la igualdad. 

Al mirar hacia atrás en nuestra historia, nos permitimos aprender de los errores del pasado y asegurarnos de que no se repitan.

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