República Dominicana cierra frontera con Haití en medio de conflicto por canal

La República Dominicana anunció el jueves que cerrará su frontera con Haití debido a un conflicto sobre la construcción de un canal desde un río compartido. 

El cierre será apoyado por las fuerzas militares y policiales dominicanas y las conversaciones con Haití continuarán.

Haití es el tercer socio más grande de la República Dominicana en el comercio formal, con $1 mil millones en exportaciones a Haití el año pasado y $11 millones en importaciones. 

Sin embargo, las tensiones han aumentado entre los dos países sobre la construcción de un canal que desviaría el agua del río Artibonite, que atraviesa ambos países.

La semana pasada, el gobierno dominicano envió a una tripulación para monitorear la construcción del canal desde el otro lado de la frontera, y los funcionarios dijeron a los medios locales que no era una táctica de intimidación, sino una oferta para ayudar a detener, si es necesario, a civiles que podrían estar trabajando en el proyecto sin permiso. 

La excavación llevó al primer ministro haitiano Ariel Henry a solicitar una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para discutir el tema.

El cierre de la frontera incluirá todas las rutas de tierra, mar y aire, y el gobierno dominicano ha desplegado otros 20 vehículos blindados en un campamento militar en la frontera. 

El gobierno haitiano ha respondido diciendo que tiene el derecho soberano de explotar sus recursos naturales, al igual que la República Dominicana, en línea con el Tratado de 1929. También dijo que tomaría todas las medidas para regar la llanura de Maribahoux y “tomará todas las medidas necesarias para proteger los intereses del pueblo haitiano”.

El conflicto sobre el canal ha destacado las tensiones de larga data entre los dos países, que comparten la isla de Hispaniola. 

La República Dominicana ha tratado de limitar la migración de los haitianos al país en los últimos años y ha expulsado a decenas de miles de haitianos y los de ascendencia haitiana. 

La situación se ha complicado aún más por el empeoramiento de la guerra de pandillas en Haití, donde hay informes diarios de secuestros y violencia sexual.

El cierre de la frontera tendrá un impacto significativo en las personas que viven en las áreas fronterizas, que dependen del comercio transfronterizo para sus medios de vida. 

Más de mil personas atravesaron la frontera hacia Haití en Ouanaminthe, cerca del canal, cuando las autoridades abrieron brevemente las puertas el jueves por la tarde para las personas que se deportan o las familias que buscan regresar. 

Los haitianos fueron vistos corriendo a la frontera, y la aerolínea local Sunrise Airways dijo que estaba agregando un vuelo entre ambos países el jueves por la tarde antes del cierre.

Mientras tanto, las conversaciones entre los dos países continuarán en un esfuerzo por encontrar una solución “justa y definitiva” a la disputa del canal. 

La República Dominicana también ha comenzado a trabajar en un muro de 118 millas a lo largo de la frontera haitiana, que fue anunciado a principios del año pasado por el presidente Luis Abinader.

La situación entre la República Dominicana y Haití es compleja y multifacética, con factores históricos, políticos y económicos en juego. 

La construcción del canal es solo uno de los muchos problemas que han tensado las relaciones entre los dos países, y es probable que el cierre de la frontera exacerbe aún más las tensiones.

A medida que la situación continúa desarrollándose, es importante que ambas partes participen en un diálogo constructivo y trabajen hacia una resolución pacífica que tenga en cuenta los intereses y preocupaciones de todas las partes involucradas. 

La comunidad internacional también tiene un papel que desempeñar en el apoyo a los esfuerzos para desescalar el conflicto y promover la estabilidad y la prosperidad en la región.

El cierre de la frontera entre la República Dominicana y Haití es un desarrollo significativo en el conflicto en curso sobre la construcción de un canal desde un río compartido. 

La situación destaca la naturaleza compleja y multifacética de la relación entre los dos países y subraya la necesidad de un diálogo constructivo y la resolución pacífica de las disputas.