La Tierra es un sistema complejo de procesos interrelacionados que sustentan la vida tal como la conocemos. Sin embargo, las actividades humanas han ejercido una enorme presión sobre los recursos naturales del planeta, lo que ha provocado cambios irreversibles en el sistema terrestre.
En respuesta a esto, un grupo de científicos propuso un conjunto de límites del sistema terrestre seguros y justos para el clima, la biosfera, el agua dulce, los nutrientes y la contaminación del aire a escala global y subglobal.
El concepto de límites del sistema terrestre fue introducido por primera vez en 2009 por un grupo de científicos dirigido por Johan Rockström. Propusieron nueve límites planetarios que definen un espacio operativo seguro para la humanidad.
Estos límites se basan en evidencia científica y representan los límites biofísicos más allá de los cuales el sistema terrestre no puede funcionar en un estado estable.
Los nueve límites planetarios son el cambio climático, la integridad de la biosfera, el cambio del sistema terrestre, el uso de agua dulce, los flujos biogeoquímicos (nitrógeno y fósforo), el agotamiento del ozono, la carga de aerosoles atmosféricos y la introducción de entidades novedosas (por ejemplo, contaminantes orgánicos, materiales radiactivos).
Los autores argumentan que estos límites son necesarios para proteger los sistemas de soporte vital del planeta y el bienestar humano.
De estos nueve límites, tres ya se han traspasado: cambio climático (debido al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero), integridad de la biosfera (debido a la pérdida de biodiversidad y extinción de especies) y flujos biogeoquímicos (debido al uso excesivo de fertilizantes nitrogenados y fosforados).
Estas brechas han sido causadas por actividades humanas como la quema de combustibles fósiles, la deforestación, la sobrepesca y la agricultura intensiva.
Las consecuencias de traspasar estos límites son graves. El cambio climático ha provocado un aumento del nivel del mar, fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes, como huracanes y sequías, pérdida de biodiversidad debido a la destrucción y fragmentación del hábitat.
La pérdida de biodiversidad ha llevado a la reducción de los servicios ecosistémicos, como la polinización y el ciclo de nutrientes. El uso excesivo de fertilizantes nitrogenados y fosforados ha llevado a la eutrofización de los cuerpos de agua provocando la proliferación de algas y zonas muertas.
Los autores proponen que establecer límites del sistema terrestre seguros y justos es crucial para evitar más violaciones de estos límites. Sugieren que si es probable que el establecimiento de un límite cause dificultades considerables para las generaciones presentes, debe complementarse con políticas que tengan en cuenta la justicia distributiva.
Si no se establecen estos límites, se podría perder la integridad funcional de los ecosistemas agrícolas y las ciudades, lo que reduciría la productividad alimentaria, la capacidad del ecosistema para mitigar los peligros naturales, la contaminación y la pérdida de nutrientes, y aumentaría la dependencia de pesticidas y biocidas nocivos.
Esto también podría afectar la capacidad de elegir usos alternativos de la tierra. Además, no establecer estos límites podría amenazar la estabilidad del sistema terrestre y el desarrollo futuro a nivel mundial.
Los autores advierten que las infracciones continuas de estos límites podrían conducir a cambios irreversibles en el sistema terrestre con consecuencias potencialmente catastróficas para el bienestar humano.
Para evitar más violaciones de estos límites, los autores proponen un conjunto de límites del sistema terrestre seguros y justos para el clima, la biosfera, el agua dulce, los nutrientes y la contaminación del aire a escala global y subglobal.
Estos límites del sistema terrestre se basan en evidencia científica y representan los límites biofísicos más allá de los cuales el sistema terrestre no puede funcionar en un estado estable.
Los autores sugieren que algunos límites deben hacerse más estrictos para proteger a las generaciones y ecosistemas actuales. También proponen complementar los límites seguros con estándares a nivel local para proteger las generaciones y los ecosistemas presentes.
Si es probable que un límite cause dificultades considerables para las generaciones presentes, sugieren que debería complementarse con políticas que tengan en cuenta la justicia distributiva.
El estudio encuentra que siete de los ocho límites planetarios seguros y justos cuantificados a nivel mundial y al menos dos límites regionales seguros y justos en más de la mitad de la superficie terrestre mundial ya se han traspasado. Esto significa que se necesita una acción urgente para evitar más violaciones de estos límites.
Para salvaguardar los bienes comunes globales para todas las personas ahora y en el futuro, los autores proponen que su evaluación proporcione una base cuantitativa. Argumentan que establecer límites del sistema terrestre seguros y justos es crucial para evitar nuevas violaciones de los límites planetarios. Esto requerirá la acción colectiva de los gobiernos, las empresas, las organizaciones de la sociedad civil y los individuos.
Los gobiernos pueden desempeñar un papel crucial en el establecimiento de políticas que promuevan el desarrollo sostenible mientras protegen los recursos naturales. Por ejemplo, pueden introducir regulaciones sobre las emisiones de gases de efecto invernadero o limitar la deforestación mediante la promoción de prácticas sostenibles de uso de la tierra.
Las empresas también pueden contribuir mediante la adopción de prácticas sostenibles, como la reducción de residuos o el uso de fuentes de energía renovables. Las organizaciones de la sociedad civil pueden crear conciencia sobre cuestiones ambientales o abogar por cambios de políticas que promuevan la sostenibilidad.
Las personas pueden hacer pequeños cambios en su vida diaria, como reducir el consumo de carne o usar el transporte público en lugar de conducir. Estos pequeños cambios pueden sumarse para tener un impacto significativo en el medio ambiente.
En conclusión, el concepto de los límites del sistema terrestre es crucial para evitar nuevas violaciones de los límites planetarios. El conjunto propuesto de límites del sistema terrestre seguros y justos para el clima, la biosfera, el agua dulce, los nutrientes y la contaminación del aire a escala global y subglobal proporciona una base cuantitativa para salvaguardar los bienes comunes globales para todas las personas ahora y en el futuro.
Se necesita una acción urgente de los gobiernos, las empresas, las organizaciones de la sociedad civil y las personas para establecer políticas que promuevan el desarrollo sostenible y protejan los recursos naturales.
Trabajando juntos, podemos asegurar un futuro sostenible para generaciones venideras y prevenir consecuencias catastróficas para el bienestar humano. Es importante reconocer que el sistema de la Tierra es un sistema complejo e interconectado, y que nuestras acciones tienen consecuencias de largo alcance.
Establecer límites del sistema terrestre seguros y justos es solo un paso para lograr la sostenibilidad. Requerirá un cambio fundamental en la forma en que pensamos sobre el desarrollo, el consumo y nuestra relación con el medio ambiente. Necesitamos pasar de un modelo de crecimiento económico a toda costa a un modelo de desarrollo más sostenible y equitativo.
Esto requerirá voluntad política, compromiso público y acción colectiva. Al trabajar juntos, podemos crear un futuro más sostenible para nosotros y las generaciones futuras.