La policía de Hong Kong disparó gas lacrimógeno y mangueras de agua a alta presión contra manifestantes que se habían congregado fuera de la sede del gobierno el miércoles en oposición a un proyecto de ley de extradición que se ha convertido en un pararrayos para las preocupaciones sobre un mayor control chino y la erosión de las libertades civiles en el territorio semiautónomo.
La violencia de la tarde marcó una escalada importante en la crisis política más grande del territorio chino semiautónomo en años. Ocurrió después de que los manifestantes al principio del día forzaron la demora de un debate legislativo sobre el proyecto de ley, que permitiría que los sospechosos de delitos en Hong Kong sean enviados a juicio en China continental.
La multitud joven y abrumadora se había desbordado en una importante carretera del centro de la ciudad cuando derribaron barreras y se enfrentaron con la policía frente al edificio del gobierno. Pero cuando algunos parecieron haber violado el cordón policial alrededor del edificio, la policía lanzó su respuesta, que también incluía disparar proyectiles no letales.
Anteriormente, una breve declaración del gobierno dijo que la sesión legislativa programada para comenzar a las 11 a.m. se “cambiará a un momento posterior”. Los funcionarios no dieron ninguna indicación de cuándo sería eso y el líder de Hong Kong, Carrie Lam, canceló una sesión informativa programada.
El retraso parece haber sido al menos una victoria temporal para los opositores del proyecto de ley, cuyas protestas son las más grandes desde que las manifestaciones a favor de la democracia cerraron partes del centro financiero asiático durante más de tres meses en 2014. Algunas empresas cerraron por el día, y se convocaron huelgas laborales y boicots de clase.
Las protestas son un desafío para el gobernante Partido Comunista de China y el presidente Xi Jinping, quien en el pasado dijo que no toleraría que Hong Kong fuera utilizada como base para desafiar la autoridad del partido. Pero también están dando rienda suelta a los jóvenes de Hong Kong alienados por un proceso político dominado por la élite económica del territorio.
Fuente: Associated Press
Foto: (Foto AP / Kin Cheung)
La policía de Hong Kong utilizó gas lacrimógeno y mangueras de alta presión contra miles de manifestantes que se oponen a un proyecto de extradición altamente controvertido, fuera de la sede del gobierno.
