La Administración de Drogas y Alimentos de EE. UU. otorgó una autorización de seguridad a la carne cultivada en laboratorio por primera vez.
Upside Foods, una empresa con sede en California que elabora carne a partir de células de pollo cultivadas, podrá comenzar a vender sus productos una vez que el Departamento de Agricultura de EE. UU. haya inspeccionado sus instalaciones.
La agencia dijo que había evaluado la información presentada por Upside Foods y concluyó que es segura para el consumo humano.
El Departamento de Agricultura de EE. UU. aprobará los productos de UPSIDE Foods antes de que puedan comercializarse.
UPSIDE Foods produce pollo cultivado en células tomando células de animales vivos y usándolas para cultivar carne en tanques de acero inoxidable, según un comunicado de la FDA.
La FDA declaró en un comunicado que aunque la agencia está preparada para colaborar con otras empresas que fabrican alimentos a partir de células animales cultivadas.
La revisión técnicamente no constituye una aprobación y solo se refiere a los productos de UPSIDE.
La idea de lo que ahora se conoce como carne “cultivada” se le ocurrió a Uma Valeti, cardiólogo, director ejecutivo, y creador de Upside Foods en 2015, mientras trabajaba en Mayo Clinic cultivando células cardíacas humanas en un laboratorio.
Las células animales reales se producen en biorreactores para crear carne de laboratorio, salvando la vida de los animales reales.
Al recolectar células animales mediante una biopsia con aguja, son colocadas en tanques y alimentadas con nutrientes como lípidos, azúcar, aminoácidos y vitaminas para ayudarlas a crecer, investigadores pueden producir carne cultivada, molecularmente idéntica a la obtenida de los animales.
Hasta ahora, la carne cultivada había recibido la aprobación regulatoria solo en Singapur, donde el pollo cultivado en el laboratorio de Eat Just Inc. recibió luz verde en 2020.
Good Meat, parte de Eat Just, Inc., sirvió su pollo cultivado en la conferencia climática COP-27 esta semana, luego de presentar su producto en Singapur.
Los activistas esperan que la carne cultivada reduzca la necesidad de sacrificar animales para obtener alimentos y ayude con la crisis climática.
El sistema alimentario es responsable de aproximadamente una cuarta parte de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, la mayoría de las cuales provienen de la agricultura animal.