El presidente de la Corte Suprema de Justicia de Brasil anuló rápidamente un fallo de un tribunal inferior el miércoles que podría haber abierto el camino para que el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva saliera de la cárcel.
El juez de la corte federal, Marco Aurelio, dictaminó que los presos que cumplen condenas pero que apelan tienen derecho a la libertad constitucional, aunque también dijo que el juez que preside debe revisar los casos para determinar si un recluso es elegible.
Los abogados que representan a Da Silva se apresuraron a presentar una petición en busca de la liberación inmediata del ex líder, quien ha estado en prisión desde abril luego de ser condenado por cargos de que durante su administración de 2003-2010 aceptó sobornos a cambio de favorecer a compañías específicas. Da Silva mantiene su inocencia y está apelando la condena.
El presidente de la corte superior, Dias Toffoli, rompió las esperanzas de da Silva varias horas después al desechar el fallo de Aurelio a solicitud del fiscal general Raquel Dodge.
Dodge emitió una declaración que criticó la decisión de Aurelio y dijo que mantener a los condenados en prisión “es necesario para contribuir al fin de la impunidad y garantizar la credibilidad de las instituciones gubernamentales”.
El presidente electo Jair Bolsonaro, un político de extrema derecha que asume el cargo el 1 de enero, se lanzó a Twitter para felicitar a Toffoli por anular la decisión. Bolsonaro dijo que habría beneficiado a decenas de miles de prisioneros y puesto a Brasil en riesgo.
Da Silva es el acusado en nueve casos relacionados con la gigantesca investigación de corrupción “Lavado de automóviles” que ha desbaratado la política brasileña, lo que ha llevado a la pérdida de poder del Partido de los Trabajadores de izquierda de Da Silva, así como a numerosos ejecutivos de negocios y políticos destacados de diversos partidos que terminan prisión.
Las decisiones de este tipo se han convertido en algo común en Brasil, donde muchas personas consideran que el sistema de justicia se está altamente politizado y que los tribunales son los favoritos ideológicos.
“Este tipo de fallo trae un fuerte componente de inestabilidad y radicalización política a la Corte Suprema”, dijo Mauricio Santoro, un politólogo de la Universidad Estatal de Río de Janeiro. “Hemos visto en los últimos meses que tanto la izquierda como la derecha acusan al Tribunal Supremo de estar fuertemente politizado e interferir en áreas que están fuera de su alcance”.
Fuente: The Associated Press
Foto: (Foto AP / Nelson Antoine, Archivo) – En esta foto de archivo del 5 de abril de 2018, el ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, saluda a sus partidarios en Sao Bernardo do Campo, Brasil.