El presidente Donald Trump y el norcoreano Kim Jong Un concluyeron el martes una cumbre nuclear extraordinaria, prometiendo “garantías de seguridad” no especificadas para el Norte y Kim, reiterando su compromiso, con la “desnuclearización completa de la Península Coreana”.
En una reunión celebrada en una isla de Singapur, Trump y Kim se reunieron para una cumbre que parecía impensable meses atrás, estrechar manos frente a una fila de banderas estadounidenses y norcoreanas, celebrar una reunión individual, conversaciones adicionales con asesores y un almuerzo de trabajo.
Ambos líderes expresaron optimismo, durante aproximadamente cinco horas de conversaciones, y Trump le agradeció a Kim después “por dar el primer paso audaz hacia un nuevo y brillante futuro para su pueblo”.
Trump agregó, durante una conferencia de prensa, que Kim tiene ante él “una oportunidad como ninguna otra” para devolver a su país a la comunidad de naciones, si acepta abandonar su programa nuclear.
Trump anunció que congelará los “juegos de guerra” o entrenamientos militares de Estados Unidos con su aliado Corea del Sur, mientras continúan las negociaciones entre los dos países.
Trump tomó la decisión como una medida de ahorro de costos, pero Corea del Norte ha objetado desde hace tiempo a los simulacros como una amenaza a la seguridad.
Trump reconoció que el cronograma de desnuclearización es largo, pero dijo que “una vez que comienzas el proceso, significa que ya casi se terminó”.
Trump dijo que Kim aceptó su invitación para visitar la Casa Blanca en el momento “apropiado”.
En cuanto a las características específicas, el documento firmado por los líderes equivalió en gran medida a un acuerdo para continuar las discusiones, ya que se hizo eco de declaraciones públicas anteriores y compromisos anteriores.
No incluyó un acuerdo para tomar medidas para poner fin al estado técnico de la guerra entre los EE. UU. Y Corea del Norte.
Tanto Trump como Kim prometieron en el documento “construir un régimen de paz duradero y estable” en la Península Coreana y repatriar restos de prisioneros de guerra y desaparecidos en acción durante la Guerra de Corea.
El lenguaje sobre las bombas de Corea del Norte fue similar a lo que los líderes de Corea del Norte y Corea del Sur presentaron en su propia cumbre en abril.
En ese momento, los coreanos enfrentaron críticas por patear esencialmente el tema del arsenal nuclear de Corea del Norte en el camino hacia la cumbre Trump-Kim del martes.
Trump y Kim incluso hicieron referencia directa a la llamada Declaración de Panmunjom, que contenía un débil compromiso con la desnuclearización y sin detalles sobre cómo lograrla.
La firma formal del documento siguió a una serie de reuniones en un lujoso resort de Singapur.
La reunión fue la primera entre un presidente estadounidense en funciones y un líder norcoreano.
Fuente: Associated Press
Foto: Jonathan Ernst
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