Actualidad

El día que el mundo se desconectó: una interrupción tecnológica global interrumpió vuelos, bancos y hospitales

Una interrupción tecnológica masiva se expandió el viernes por todo el mundo, perturbando los viajes, la banca, la atención médica y muchas otras industrias. 

¿El culpable? Una actualización defectuosa del software de la empresa estadounidense de ciberseguridad CrowdStrike, diseñada para proteger los dispositivos Microsoft Windows de ataques maliciosos.

La perturbación comenzó de forma gradual, con los primeros informes surgiendo en Australia, antes de extenderse como la pólvora a otras partes del mundo. 

Los aeropuertos y los viajes aéreos se vieron especialmente afectados. Varias aerolíneas estadounidenses importantes (United, Delta y American Airlines) suspendieron sus vuelos en todo el mundo, lo que provocó un caos generalizado en los aeropuertos y dejó varados a miles de viajeros. 

Las aerolíneas australianas Virgin Australia y Jetstar también tuvieron que retrasar o cancelar vuelos. 

En Europa, los principales centros como Stansted y Gatwick en Londres y Schiphol en Ámsterdam registraron importantes retrasos, con largas colas de pasajeros. 

El Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido confirmó que la mayoría de los consultorios de los médicos de cabecera estaban experimentando interrupciones importantes y tenían dificultades para acceder a los registros de los pacientes y a los sistemas de reserva en línea. 

En Estados Unidos, el Departamento de Justicia informó de problemas informáticos y los hospitales de Boston y Cincinnati sufrieron cortes de suministro, lo que provocó la cancelación de cirugías electivas.

Los sistemas financieros también se vieron afectados, y muchas empresas se vieron obligadas a realizar transacciones únicamente en efectivo. 

Los supermercados, incluidos Morrisons y Waitrose en el Reino Unido, y Woolworths en Australia, tuvieron dificultades para procesar pagos sin contacto. 

Los principales bancos, como el National Australia Bank, también sufrieron cortes, lo que alteró aún más la vida cotidiana.

Los medios de comunicación de todo el mundo enfrentarán dificultades técnicas. En Australia, ABC y Sky News no pudieron transmitir en sus canales de radio y televisión. 

Sky News en el Reino Unido estuvo fuera del aire durante varias horas. 

Algunas emisoras recurrieron a transmisiones en vivo en línea desde oficinas oscuras, con computadoras que mostraban la infame “pantalla azul de la muerte”.

El alcance de la perturbación no tuvo precedentes. Elon Musk, director ejecutivo de Tesla y X, resumió la situación de manera sucinta: “El mayor fallo de TI de la historia”.

El dedo culpable rápidamente apuntó a CrowdStrike. La compañía confirmó inicialmente que el problema se debía a un “defecto” en una “actualización de contenido” para dispositivos Windows, pero no a un ciberataque. 

El director ejecutivo, George Kurtz, emitió un comunicado: “El problema ha sido identificado, aislado y se ha implementado una solución”.

Sin embargo, la solución no fue sencilla. Cada computadora afectada tuvo que reiniciarse manualmente en modo seguro, y luego reiniciar normalmente. 

Esto resultó ser una tarea monumental, ya que CrowdStrike cuenta con casi 24.000 clientes, cada uno de los cuales probablemente tenga una gran cantidad de dispositivos individuales.

La interrupción global puso en primer plano la delicada naturaleza de nuestra infraestructura tecnológica interconectada. 

Ciaran Martin, ex director del Centro Nacional de Seguridad Cibernética de Gran Bretaña, advirtió: “Ésta es una ilustración muy, muy incómoda de la fragilidad de la infraestructura central de Internet del mundo”.

Expertos como Thomas Parenty, consultor de ciberseguridad y ex analista de la NSA, explicaron el riesgo asociado con un potente software de ciberseguridad: 

“Una de las partes difíciles del software de seguridad es que necesita tener privilegios absolutos sobre todo el ordenador para poder hacer su trabajo. Entonces, si hay algún problema, las consecuencias son mucho mayores que si tu hoja de cálculo no funciona”.

El evento también planteó dudas sobre la responsabilidad de las empresas de software por interrupciones masivas. 

Martin, ahora profesor de la Universidad de Oxford, argumentó que las empresas de software se enfrentan a sanciones mínimas por este tipo de incidentes y deben rendir más cuentas: “Hasta que las empresas de software no tengan que pagar un precio por productos defectuosos, mañana “No estaremos más seguros que hoy”. 

A medida que el mundo comenzó a recuperarse lentamente, las repercusiones de este fracaso tecnológico global sin precedentes continuaron repercutiendo en varias industrias. 

Fue una demostración de cuánto dependemos de la tecnología y las posibles consecuencias cuando esta falla. 

El incidente impulsó una conversación vital sobre la necesidad de una mayor resiliencia y responsabilidad en nuestro mundo digital interconectado.

Editores

Leave a Comment

Entradas recientes

El calvario de Kilmar Ábrego García y la lucha de un senador por la justicia

El caso de Kilmar Ábrego García, ciudadano salvadoreño con residencia legal en Maryland, ha desatado…

14 horas hace

Recordando a Mario Vargas Llosa: Un gigante de la literatura latinoamericana

Mario Vargas Llosa, el reconocido autor peruano, Premio Nobel de Literatura y figura destacada de…

4 días hace

La escalada de la guerra comercial entre Estados Unidos y China amenaza la economía global

En los últimos años, la relación comercial entre Estados Unidos y China se ha deteriorado…

1 semana hace

Los aranceles de trump desatan el caos en los mercados globales y el temor de una recesión

La primera semana de abril de 2025 marcó un punto de inflexión drástico en las…

2 semanas hace

Devastador terremoto sacude Myanmar y Tailandia: Crónica de un desastre

El viernes 25 de marzo de 2025, un terremoto de magnitud 7,7 azotó el centro…

3 semanas hace

La filtración del plan de guerra en Yemen: Un escándalo en el chat de Signal

El 15 de marzo de 2025, el mundo quedó atónito cuando Estados Unidos lanzó ataques…

3 semanas hace

Esta web usa cookies.