Cientos de miles de manifestantes se reunieron el sábado en todo Estados Unidos, movidos por las cuentas de niños separados de sus padres en la frontera entre Estados Unidos y México, en el último acto de resistencia masiva contra las políticas de inmigración del presidente Trump.
Los manifestantes inundaron más de 700 marchas, desde ciudades amigas de los inmigrantes como Nueva York y Los Ángeles hasta la conservadora Appalachia y Wyoming.
Se reunieron en el jardín delantero de una estación de la Patrulla Fronteriza en McAllen, Texas, cerca de un centro de detención donde los niños migrantes estaban en jaulas, y en una esquina de la calle cerca del campo de golf del Sr. Trump en Bedminster, Nueva Jersey, donde está el presidente pasando el fin de semana.
El Sr. Trump se ha alejado de las separaciones familiares en medio del alboroto bipartidista e internacional.
Su “política de tolerancia cero” llevó a los funcionarios a sacar a más de 2.000 niños de sus padres cuando trataban de ingresar ilegalmente al país, la mayoría de ellos huyendo de la violencia, la persecución o el colapso económico en sus países de origen.
“Hay personas que huyen de la persecución y la violencia, se colocan en bases militares como si fueran Osama Bin Laden o algo así”, dijo Faiz Shakir, director político nacional de ACLU
Los que marcharon el sábado exigieron que el gobierno reuniera rápidamente a las familias que ya estaban divididas.
De acuerdo a un reporte de la CBS News los manifestantes vestían de blanco y sacudían sus puños en el aire. Llevaban además letreros que decían: “No más niños en jaulas” y “¿Qué sigue? ¿Campos de concentración?”
Foto: (AP / Eric Gay)