“Brain Rot” declarada palabra del año 2024 por Oxford University Press

En diciembre de 2024, un término aparentemente inocuo, “brain rot”, irrumpió en el escenario mundial, capturando el espíritu de nuestra era saturada de lo digital. 

Oxford University Press, la reconocida editorial del Oxford English Dictionary, coronó “brain rot” como su Palabra del Año 2024, lo que encendió un debate generalizado sobre el impacto de la tecnología en nuestras mentes.

El anuncio se produjo después de un meticuloso proceso de selección que incluyó tanto la votación pública como el análisis de expertos por parte de los lexicógrafos de Oxford. 

Más de 37.000 personas participaron en la votación pública, lo que indica un mayor interés en el tema. 

“Brain rot” se destacó entre una lista de contendientes como “decure”, “slop”, “dynamic pricing”, “romantasy” y “lore”.

La frecuencia de uso del término se disparó en un asombroso 230% entre 2023 y 2024, lo que refleja su creciente prominencia en las conversaciones sobre el consumo de medios digitales.

Este aumento en el uso coincidió con la creciente ansiedad sobre los posibles efectos perjudiciales del exceso de tiempo frente a la pantalla y el consumo pasivo de contenido en línea de baja calidad, en particular en plataformas de redes sociales como Tik Tok.

Sorprendentemente, la “podredumbre cerebral” no es un producto de la era digital del siglo XXI. Sus orígenes se remontan a 1854, cuando aparece en la obra seminal de Henry David Thoreau: *Walden*. 

Thoreau, filósofo, poeta, ensayista, naturalista y activista político estadounidense, cuyo trabajo a menudo se centró en la naturaleza y en cómo debería vivir la gente, fue una figura destacada del movimiento trascendentalista de New England.

Thoreau, un trascendentalista que abogaba por la simplicidad y la conexión con la naturaleza, utilizó la “podredumbre cerebral” para criticar la preferencia de la sociedad por las ideas simples en lugar de las complejas, percibiéndola como un signo de decadencia intelectual. 

Si avanzamos rápidamente hasta la era digital, la “podredumbre cerebral” ha adquirido un nuevo significado, que refleja las ansiedades sobre los posibles impactos cognitivos negativos del consumo excesivo de contenido en línea. 

Este cambio subraya la relación cambiante entre la tecnología y la humanidad, lo que da lugar a una reflexión sobre cómo utilizamos nuestro tiempo libre y cómo nos relacionamos con el mundo digital.

La elección de “podredumbre cerebral” como palabra del año provocó reacciones de varios expertos y comentaristas. 

La Dra. Laurie Ann Manwell, psicóloga especializada en adicciones y salud mental, expresó su preocupación por los posibles impactos a largo plazo de la “podredumbre cerebral” en los cerebros en desarrollo, en particular en los niños y adolescentes. 

El Dr. Adam Leventhal, profesor especializado en ciencia de las adicciones, enfatizó la necesidad de “descansos de pantalla, límites de tiempo y restricciones para el uso de ciertas aplicaciones no saludables” para promover el bienestar. 

Andrew Przybylski, psicólogo y profesor de la Universidad de Oxford, señaló que si bien la “podredumbre cerebral” no es una afección clínicamente reconocida, su popularidad apunta a nuestra “insatisfacción con el mundo en línea” y sirve como una válvula de escape para nuestras ansiedades en torno a las redes sociales.

La resonancia del término entre las generaciones más jóvenes, en particular la Generación Z y la Generación Alfa, subraya una creciente conciencia de los posibles efectos negativos de la cultura digital y su disposición a expresar estas preocupaciones a través del lenguaje. 

La adopción generalizada del término “podredumbre cerebral” sugiere un cambio social hacia el reconocimiento de las posibles consecuencias cognitivas y de salud mental del consumo excesivo y acrítico de medios digitales.

Los expertos recomiendan un enfoque múltiple para mitigar los impactos cognitivos negativos percibidos de la “podredumbre cerebral”. Esto incluye:

* Gestión consciente del tiempo frente a la pantalla mediante el establecimiento de límites, la programación de descansos, la selección de contenido y la minimización de la multitarea.

* Participación activa en actividades cognitivamente estimulantes, como leer, aprender nuevas habilidades y jugar juegos de entrenamiento cerebral.

* Priorizar las experiencias de la vida real, como la interacción social cara a cara, el contacto con la naturaleza y la actividad física regular.

* Cultivar hábitos de vida saludables que incluyan un sueño adecuado, una dieta equilibrada y técnicas de gestión del estrés.

El proceso de selección de la Palabra del Año de Oxford, con su combinación de participación pública y análisis de expertos, captura de manera eficaz la evolución dinámica del lenguaje, brindando una instantánea anual de nuestro panorama cultural y destacando las preocupaciones predominantes. 

La selección de “brain rot” como la Palabra del Año 2024 sirve como un oportuno recordatorio para abordar el consumo de medios digitales con mayor conciencia e intencionalidad para salvaguardar nuestro bienestar cognitivo.

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