Austria realizó ejercicios de entrenamientos el martes, para mostrar cómo lidiar con la afluencia de inmigrantes, a lo largo de su frontera con Eslovenia, ante la inminencia de que Alemania podría cerrar sus fronteras.
Segón informes de la agencia Associated Press, cientos de policías y soldados realizaron un recorrido seco cerca de Spielfeld, a 175 kilómetros (110 millas) al sur de Viena. La ciudad fue un punto de cruce importante para los migrantes en el verano y el otoño de 2015.
Miles de migrantes recorrieron las fronteras abiertas de Europa todos los días hace tres años, lo que desencadenó una crisis humanitaria y política que dejó profundas divisiones en el continente.
“Un estado en el que, si las cosas llegan a un punto crítico, no puede proteger sus fronteras de manera efectiva, pierde credibilidad”, dijo a los periodistas el ministro del Interior, Herbert Kickl. “Estoy firmemente decidido a que eventos como los de 2015 nunca vuelvan a suceder”.
Kickl dijo que quería evitar que las personas abusen del derecho al asilo. “Esto no tiene nada que ver con la inhumanidad, esto no es ilegal, esto no es indecente”, dijo. “Esto es lo que la ley nos exige. Es lo que la gente espera de nosotros “.
Casi ningún migrante ha estado llegando a Spielfeld recientemente.
La canciller alemana, Angela Merkel, por otra parte, está bajo la presión de los aliados conservadores en Baviera para devolver a los inmigrantes a la frontera, una medida que podría impulsar a otros a hacer lo mismo.
Al hablar en Berlín, Merkel dijo que la mayoría de los países de la UE están más preocupados por evitar que los inmigrantes ingresen ilegalmente a Europa en primer lugar.
El país vecino, Eslovenia, protestó por el ejercicio austríaco y dijo que sus propias fuerzas ya están haciendo lo suficiente para proteger las fronteras exteriores de la zona de viaje de Schengen dentro de la cual los europeos pueden viajar libremente sin pasaportes.
En una carta a Kickl a principios de junio, la ministra eslovena del Interior, Vesna Gyorkos Znidar, dijo que “una muestra de llegada masiva de inmigrantes ilegales del lado esloveno al austríaco, inevitablemente tendría un efecto muy negativo en Eslovenia y probablemente en Austria”.
Ella argumentó que el ejercicio “no contribuiría en modo alguno a la buena relación entre nuestros países o nuestros esfuerzos conjuntos para controlar la situación migratoria en la región”, informó la agencia de noticias STA.
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