Aumentan las tensiones entre Serbia y Kosovo

Las tensiones entre Serbia y Kosovo han aumentado en los últimos meses. Enfrentamientos entre tropas de la OTAN y manifestantes serbios en Kosovo ocurrieron el lunes dejando decenas de heridos.

Los enfrentamientos recientes comenzaron después de que la policía de Kosovo tomó medidas para instalar alcaldes de etnia albanesa en varias ciudades del norte de Kosovo, que es predominantemente de etnia serbia. 

Los funcionarios de etnia albanesa habían sido elegidos en votaciones abrumadoramente boicoteadas por los serbios.

Los manifestantes se opusieron a la instalación de alcaldes de etnia albanesa en cuatro municipios de mayoría serbia en el norte de Kosovo, arrojando piedras y otros objetos a las tropas de la OTAN, que respondieron con gases lacrimógenos y balas de goma.

Los serbios étnicos también bloquearon carreteras y levantaron barricadas. La policía de Kosovo respondió utilizando gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento para dispersar a los manifestantes, y hubo informes de disparos.

Los enfrentamientos dejaron 30 soldados de la OTAN y 52 manifestantes heridos.  La OTAN ha condenado la violencia y ha pedido a los manifestantes que se dispersen.  Serbia también ha condenado la violencia y ha pedido a la OTAN que retire sus tropas de Kosovo.

Los enfrentamientos han generado temores de un conflicto más amplio y han provocado la condena internacional. Estados Unidos y la Unión Europea han pedido calma y han instado a ambas partes a abstenerse de la violencia. Sin embargo, la situación sigue siendo tensa y existe el riesgo de que el conflicto se intensifique.

Los dos países tienen una larga historia de conflicto y la cuestión de la independencia de Kosovo sigue sin resolverse.  En 1998, Kosovo declaró su independencia de Serbia. Sin embargo, Serbia se negó a reconocer la independencia de Kosovo y los dos países entraron en guerra. 

Durante la guerra de 1998-1999,  los albanokosovares intentaron romper con lo que entonces era la República Federativa de Yugoslavia, formada por la actual Serbia y Montenegro.

La guerra terminó en 1999, con la intervención de la OTAN. Desde entonces, Kosovo ha sido administrado por las Naciones Unidas.  En 2008, Kosovo volvió a declarar su independencia. Esta vez, Serbia no pudo evitar que Kosovo declarara su independencia.   Serbia ve a Kosovo como un estado separatista y no reconoce su independencia.

La cuestión de la independencia de Kosovo es una fuente importante de tensión entre Serbia y Kosovo. Ambos países han acusado al otro de provocaciones. Ha habido varios  enfrentamientos violentos entre los dos países en los últimos meses.

Estados Unidos y la Unión Europea han estado tratando de mediar entre Serbia y Kosovo. Sin embargo, los dos países no han podido llegar a un acuerdo.

Las crecientes tensiones entre Serbia y Kosovo son una amenaza para la estabilidad en los Balcanes. Estados Unidos y la Unión Europea deben seguir trabajando para mediar entre los dos países y encontrar una solución al problema de Kosovo.

Estas son algunas de las razones por las que aumentan las tensiones entre Serbia y Kosovo:

  • Serbia no reconoce a Kosovo como un estado independiente, y esta es una fuente importante de tensión entre los dos países.
  • Las fuerzas de paz de la OTAN están estacionadas en Kosovo para ayudar a mantener la paz y la estabilidad. Sin embargo, Serbia ve a las fuerzas de paz como una amenaza a su soberanía.
  • Muchos serbios étnicos en Kosovo sienten que están siendo discriminados por el gobierno de Kosovo. Esto ha provocado ira y resentimiento entre los serbios étnicos.
  • Los manifestantes serbios en Kosovo exigen una mayor autonomía de la mayoría de etnia albanesa.
  • La mayoría de los serbios de Kosovo viven en las regiones del norte y se ven a sí mismos como parte de Serbia, con Belgrado como capital, en lugar de Pristina.
  • La creciente influencia de Rusia en los Balcanes: Rusia ha sido un partidario vocal de la posición de Serbia sobre Kosovo y ha estado brindando asistencia militar y financiera a Serbia. 
  • La guerra en Ucrania ha distraído la atención de los Estados Unidos y la Unión Europea del tema de Kosovo. 

Las crecientes tensiones entre Serbia y Kosovo son una grave amenaza para la estabilidad en los Balcanes. 

Estados Unidos y la Unión Europea deben seguir trabajando para mediar entre los dos países y encontrar una solución al problema de Kosovo.

Compartir

Te podría interesar!

Deja un comentario