A principios de junio de 2025, una disputa pública se desató entre Elon Musk, CEO de Tesla, y el presidente Donald Trump, centrada en la vehemente oposición de Musk a un proyecto de ley fiscal y de gasto impulsado por la administración Trump.
Musk calificó la legislación como una “abominación repugnante” e instó a “ABORTAR EL PROYECTO DE LEY”, lo que provocó una caída en las acciones de Tesla.
El conflicto se desarrolló en redes sociales como X, declaraciones oficiales y conferencias de prensa de la Casa Blanca, marcando un cambio drástico en la relación entre Musk y Trump. Las tensiones se agravaron tras la reciente salida de Musk de su cargo en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de la Casa Blanca.
Las acciones de Tesla cayeron hasta un 9.2% y luego un 16% a medida que la disputa se intensificaba.
En el centro de la controversia estaban las diferentes opiniones sobre el impacto del proyecto de ley, especialmente en los créditos fiscales para vehículos eléctricos (VE).
Trump expresó su decepción, creyendo que Musk sabía que el proyecto de ley anularía los créditos fiscales que beneficiaban a Tesla.
Musk respondió acusando a Trump de “ingratitud” por la ayuda que había brindado a su administración.
Analistas sugirieron que las medidas propuestas amenazaban la mitad de las ganancias esperadas de Tesla.
Musk había estado presionando a legisladores republicanos para preservar los créditos fiscales para VE.
La división de Tesla de sistemas solares y baterías también criticó el proyecto de ley por eliminar los créditos fiscales para energías limpias.
Trump declaró que tenía una “excelente relación” con Musk, pero no sabía si continuaría.
Musk afirmó que Trump habría perdido las elecciones sin él, días después de dejar su puesto en DOGE.
Musk criticó duramente el proyecto de ley, y Trump reiteró su decepción, sugiriendo que Musk “de repente, se encontró con un problema”.
La gestión de Musk en DOGE fue cuestionada, con afirmaciones de ahorro muy por debajo de su objetivo.
Musk describió el proyecto de ley como una “abominación repugnante” que aumentaría el déficit federal.
A pesar de haber donado a la campaña de Trump, la Casa Blanca se mantuvo firme.
Los accionistas de Tesla pidieron a Musk que se centrara en la compañía debido a la caída de ventas y problemas en SpaceX.
El senador Ron Johnson se hizo eco de los sentimientos de Musk, calificando el proyecto de ley como “inmoral” y “grotesco”.
Un análisis proyectó que el proyecto de ley añadiría US$2.4 billones al déficit y afectaría el seguro médico de millones de personas. Johnson elogió a Musk por su trabajo en DOGE y su honestidad.
Musk instó a “ABORTAR el proyecto de ley”, alegando que condenaría a Estados Unidos a la “esclavitud de la deuda”. Propuso un nuevo proyecto de ley de gastos que no aumentara el déficit.
La actividad de Musk en redes sociales incluyó críticas al proyecto de ley y la deuda estadounidense.
Una fuente declaró que Musk se opuso al proyecto de ley en parte porque recortaba un crédito fiscal crucial para Tesla.
Otros puntos de conflicto incluyeron el rechazo al deseo de Musk de continuar como “empleado especial del gobierno” y su propuesta para que la FAA gestionara Starlink. La elección de Musk para administrador de la NASA fue retirada.
Trump republicó una captura de pantalla de Musk agradeciéndole por permitirle dirigir DOGE. Trump expresó su decepción y sugirió que la oposición de Musk se debía al recorte de subsidios para vehículos eléctricos.
Las acciones de Tesla cayeron más del 20%. Musk inicialmente restó importancia a los comentarios de Trump antes de afirmar que Trump habría perdido las elecciones sin él.
El presidente de la Cámara, Mike Johnson, afirmó que Musk había cambiado su apoyo al proyecto de ley y no había respondido a su llamada.
La versión aprobada del proyecto de ley extendió recortes de impuestos, eliminó impuestos sobre propinas y horas extras, y aumentó la financiación para la aplicación de la ley de inmigración y el ejército, entre otros cambios.
Fuentes afirmaron que Musk estaba frustrado por no obtener un trato favorable y que su publicación “repugnante abominación” sorprendió al equipo de Trump.
A pesar de la disputa pública, las fuentes indicaron que Musk y Trump seguían siendo “amigos y aliados” en comunicación frecuente.
Axios describió cuatro puntos de inflexión que llevaron al arrebato de Musk, incluyendo el recorte del crédito fiscal para vehículos eléctricos y la retirada de la nominación de Jared Isaacman para la NASA.
El proyecto de ley, ya aprobado por la Cámara de Representantes, aguarda ahora la ratificación del Senado. Su promulgación implicaría una de las reformas fiscales y de gasto más trascendentales de los últimos tiempos.
La disputa pública expuso animosidades personales y la lucha por el poder e influencia en Washington.
Subrayó el potencial de disrupción cuando un líder empresarial confronta la agenda legislativa de un presidente, con repercusiones en el mercado de valores y la dinámica política.
El episodio dejó preguntas sobre las implicaciones a largo plazo para las empresas de Musk y el capital político de Trump.